domingo, 1 de octubre de 2017

1-Oct 2017. "Referendum" en Cataluña

Alberto Estévez (EFE)


Una votación sin garantías democráticas (como se ha podido comprobar) convocada tras varios episodios y encontronazos más dignos de telenovelas que de un país desarrollado, cuyos responsables, con capacidades nulas para el diálogo, son calificados como "el ratón y el gato" por los países vecinos.

Una población injustamente dividida (a veces a fuerza de etnocentrismo y victimismo) y con sed de expresión. O, según mi experiencia, más bien sed de vías de expresión. Y los únicos que pueden saciar esa sed utilizan la fuerza contra una gran parte de la población que quería "hablar".

El día de hoy ha marcado un episodio negro en nuestra historia que desgraciadamente recuerda a tiempos pasados que tan sólo deberíamos conocer a través de la escuela.

Y lo peor de todo, a mi parecer, los comentarios que ciertas personas han hecho acompañando los vídeos de las actuaciones policiales desproporcionadas: "más fuerte le tendrían que haber dado", "leña al mono, que es de goma", etc.

Si, por casualidad de la vida, has hecho algún comentario de ese tipo y te encuentras entre mis amigos, que sepas que me das lástima. No puedo entender que ese tipo de comentario venga de una persona (más o menos) racional, desembocado por cualquier tipo de violencia. Así que espero que hayas sido capaz de pasar del primer o segundo párrafo y sentir por lo menos un poco de la vergüenza que siento yo. Y que ésta te haga reflexionar.

La verdad que nunca en la vida me he sentido tan avergonzado de venir de donde vengo. De ser español. Y los que me conocen saben lo que me duele decir estas palabras. No reniego de mi identidad ni de mi cultura pero siento vergüenza de la situación a la que se ha llegado, de la falta de soluciones, de las indignas reacciones.

Muchos han criticado y se han burlado de las lágrimas de Piqué, que desconozco si son de cocodrilo. Pero que sepáis que hoy se han derramado muchas más lágrimas anónimas en casas de Cataluña, de toda España y hasta en el extranjero.

La represión del discurso rancio al que acudían los independentistas hoy ha tenido lugar. Estoy seguro de que hay catalanes que quieren decidir que NO quieren independencia que la han sufrido. ¿Creéis que seguirán con la misma opinión o habrán cambiado? No lo sé. Pero la situación sólo demuestra que no aprendemos de nuestra historia.

Como mi profesor de sociología, Luís Ayuso, decía, "una manera de conocer el pasado es ver la opinión de la gente mayor". Por ello, viendo la magnitud de los altercados, me gustaría concluir con la respuesta que mi abuelo (criado y vivido en el campo de Dalías, Almería, con 97 años a cuestas) me daba cada vez que le preguntaba sobre la Guerra Civil: "Una guerra tonta. Primos contra tíos, padres contra hijos... Hermanicos se peleaban por pensar diferente".

Lorenzo Rubio Espinosa