Buscando fuentes

En tiempos en los que cuando quieres escribir lo que no puedes decir te pones a mirar fotos perdidas en tu ordenador hasta encontrarte con esto. Una viñeta en crítica a lo que los/as profesores/as dicen cuando vas a comenzar a hacer un trabajo y no sabes cómo hacerlo: "BUSCAD FUENTES." Surgió tras la inspiración que dan unos cuantos días encerrados haciendo un trabajo de investigación, que finalmente se suspendió y hubo que repetir el proceso en verano. En verano la inspiración fue mayor. 

SI QUIERES VER LO QUE SURGIÓ A PARTIR DE LA INSPIRACIÓN DEL VERANO PINCHA AQUÍ

Ángel Bermejo feat Lorenzo Rubio - "En esta noche malagueña"

Un hombre sabio dijo una vez que "un almeriense un gaditano no tenían nada que ver".

Unos días intensos de estudio y de trabajo se merecen un ratito de relax. Este vídeo es resultado de 4 días de trabajo para la universidad. El último día de esfuerzo, antes de terminar los ánimos ya estaban hasta las nubes y las ganas de fiesta se notaban (como veis en el vídeo). 

La canción surgió improvisando sobre una canción conocida de 'Los Ronaldos'. A la guitarra el gran Angel Bermejo (poesía, periodismo, guitarra... un poco de todo). 

Monólogo Lorenzo Rubio - Tetería Queda-Te 15/3/2013

Escenas de un monólogo realizado en la Tetería Queda-Te de Málaga. Vídeo realizado y editado por Antonio José Jiménez Ruíz. 

ERASMUS ESPAÑOLES EN RENNES

En Rennes, una ciudad francesa con gran actividad universitaria, los españoles son (somos) los que más damos la nota. Caracterizados por las ganas de fiesta, la tonalidad alta a la hora de hablar y la posibilidad de hacer una fiesta de una simple cena/almuerzo/desayuno. Esto hace que no pasen desapercibidos. 

"Están locos" o "siempre están fuera de control" son las palabras que utilizan algunos de los franceses, que con los españoles conviven, para describirlos. Casualmente es lo mismo que pasa por la cabeza de los españoles cuando salen de fiesta y ven el "percal" francés: gente borracha, chicos exhibiéndose de vez en cuando y multitudes vomitando todas las noches. Las diferencias culturales (por llamarlo de alguna manera), en este aspecto, son que los españoles beben y salen de fiesta y para los franceses, salir de fiesta es beber. Claro que esto es una generalización que parte de una vivencia personal en grupo. Porque como siempre: hay de todo, como en todas partes. 

La siguiente viñeta está realizada a partir de hechos reales marcados en la memoria de personas sorprendidas por lo que allí se hallaba. 

Casilla 1: 

-Esa gitana está loca, que quiere que me la lleve al campo a coger bellotas (canción popular).

-Los españoles están locos. Siempre están fuera de control.

Casilla 2:

(Exhibicionismo sobre el reloj de la Place de Lices, Rennes)

Casilla 3: 

(Exhibicionismo sobre la farola de la Place de Lices, Rennes)

Casilla 4:

-Esto no pasará de nuevo.

Casilla 5:

Pero el lunes. 

Restaurante universitario.

(Exhibicionismo en el Restaurante Universitario de la Universidad Rennes2, Villejean, Rennes).

“PARECE QUE EL SOL QUIERE SALIR”

Nueve son los metros cuadrados que inundan mis pensamientos y los 3 que inundan mis suspiros quieren hacerse cuatro. Unas paredes que, como si fuesen acorazadas, me hacen pensar que el exterior es más inseguro que el interior. Pero la realidad está lejos de esta idea etnocentrista y equívoca.

“Más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer”. ¡Mentira! Nunca vale más lo malo que lo bueno. ¿Nos hemos vuelto locos? No lo sé, pero yo quizás si lo haya hecho. Lo sabré cuando consiga salir de aquí, ya que el loco es simplemente el que actúa de manera distinta a los demás. Pero la puerta no es la barrera que marca la diferencia entre salir o no. Antes de la puerta se encuentra mi inseguridad, que cubriré con infinitud de capas de fanfarroneo. Como si fuera una cebolla que en lugar de corazón verde tuviera una autoestima baja y dudosa. Mientras tanto sigo encerrado con un ánimo que no encuentra la llave de la alegría que pueda abrir esa maldita cerradura. 

En mis pensamientos abundan los pensamientos, y en éstos los pensamientos, y en éstos más pensamientos. Quizás habría quedado bien decir “y en esos pensamientos tú”, pero mi mente es una sala con dos espejos, uno a cada extremo, y que no parece tener ni principio ni fin. Y en esa sala no hay nadie. Tan solo es ocupada por imágenes de personas, colgadas en la pared, recordando que existen pero sin hacer acto de presencia en ella. Solo. Yo. “Moi”. A veces creo que alguien me abraza por la espalda con la intención de besarme, pero cuando me doy la vuelta, para corresponder ese beso, me encuentro con el aire. O mejor dicho: no me encuentro con nadie.

Me paso los días dándole vueltas a las cosas mientras doy vueltas a la silla. Si estuviera viva me diría que está mareada. Lo sé porque así me siento yo: mareado. No me quedan uñas que morder. Una presión entre el pecho y la garganta me hace levantarme y mirar por la ventana pensando “qué pasaría si…”. No lo sabremos hasta que no pase. Y de momento el exterior, para mí, es solamente  un pequeño jardín con pájaros grandes cuyo nombre desconozco.

Fotografía de Clara Miguélez Sotillo

Mis días se podrían resumir en dos palabras: pensar y soñar. Ésta última se podría sustituir fácilmente por desear, ya que los sueños son utilizados por el subconsciente para paliar los deseos más profundos, o en mi caso los deseos más externos. Esto se debe a que en mis sueños aparezco en el exterior extraño, en una llanura inmensa con plantaciones de trigo agitadas por el viento. Algo tan diferente a lo que tengo. Así que mientras mi indecisión da vía libre a salir o no de este agujero (porque al fin y al cabo es un agujero en el que estoy metido) me dedico a observar, cual niño curioso, el exterior. Árboles grandes y verdes, flores tímidas ante el inmenso tamaño de los árboles y un cielo lleno de nubes. Un cielo gris espeso donde “parece que el Sol quiere salir”. 

Nuevo Gobierno de Andalucía: Opiniones inútiles

Comentarios inútiles de anónimos en el artículo de Pedro M. de la Cruz que rápidamente se posicionan hacia una de las dos polaridades políticas (PP o PSOE). La cuestión no es si el partido político se llama Fulano o Mengano, ni si la provincia de Almería se lleva bien con uno de estos dos. La cuestión es que menosprecian la capacidad de los políticos almerienses marginando, una vez más, a nuestra provincia y decidiendo sobre ella gente de fuera. Que yo no se cómo será este nuevo gobierno Andaluz, sólo espero que se parezca al mensaje que da Dolores Gómez Ferrón en su artículo de La Opinión de Almería ("consejeros-as que para ellos prime la operatividad, la efectividad, la rapidez y la coherencia en la labor de gobierno, auténticos gestores que sean capaces de dejar de lado el horrible juego político del “y tú más”).

Lo que si está claro es que para saber hay que conocer, pero nunca conoces un sitio hasta que eres capaz de andar por él totalmente a oscuras y normalmente esto sólo lo podemos hacer en nuestra casa.

Metas de la vida

A veces, nuestro comportamiento en muchas situaciones que la vida plantea, es semejante a la siguiente situación que propongo, como metáfora, y que un día prometí a una persona que iba a escribir:

Salimos a correr, a la aventura, ya sea por asfalto, campo o playa. Nada nos importa, no llevamos nada encima que podamos perder o que se pueda estropear, simplemente corremos y corremos hasta donde podamos llegar. Por tu cabeza pueden pasar muchas cosas: ¿estaré corriendo bien? ¿iré demasiado rápido? ¿me cansaré demasiado pronto? ¿hasta dónde llegaré?  

Pensamos muchas cosas, pero seguimos corriendo sin ponernos una meta concreta. Llega un momento en el que cada uno reacciona de una manera diferente: unos ven que están cansados y dejan de correr para darse la vuelta y volver a casa; otros siguen corriendo a la aventura hasta que le ocurra lo mismo que a los anteriores; y por último están los que se proponen un final, una meta. "Llegaré hasta la cima de aquella colina" (por ejemplo). 

En el último caso, a la meta hay que llegar de la mejor manera posible, si corres demasiado rápido estarás cansado cuando llegues, si vas demasiado despacio llegarás aburrido. Existen puntos intermedios para llegar bien. 

Pero puede que esas metas, esas colinas que queremos coronar, estén valladas y te das cuenta de que no puedes llegar a donde te habías propuesto. Y como anteriormente, hay distintas reacciones: intentar saltar la valla, gritar para que te abran, pasear junto a la valla para encontrar un hueco por el que entrar o simplemente, darse la vuelta y volver a casa sin poder haber llegado a la meta que te habías propuesto. 

San Valentín, día para no conectarse

Efectivamente, el 14 de febrero, día del patrón de los enamorados es un día para no conectarse a ninguna red social, ya sea twitter, tuenti, facebook, etc. Y ahora explicaré por qué.

En el día de San Valentín es tradición hacer algún regalo a la persona (o personas, eso ya depende) de la que estés enamorado. Aunque se cree que esa tradición es puramente comercial. Las tradiciones no son comerciales pero las personas las vuelven comerciales. Además se bromea con ello: "San Valentín lo inventó el Corte Inglés" (Al igual que la Navidad).

Luego otros personajOs, algunos de ellos unos "hechos mierda", intentan imponer su opinión sobre los demás creyendo que lo que piensan es lo más correcto y se ceban de retweets y me gusta en las redes sociales con comentarios como "El amor hay que demostrarlo día a día, no sólo en San Valentín". ¿Y quién dice que no?

A ver, todo eso está muy bien (claro que si campeón) pero también envejeces durante todo el año y sólo lo celebras en tu cumpleaños, a las madres y los padres hay que quererlos también durante todo el año, pero su día es un día especial para ellos. Y San Valentín es un día especial para los enamorados. 

Hacer un regalo no es demostrar el amor (si no lo has hecho durante todo el año), simplemente recordar que seguís enamorados y por eso celebráis ese día. Cuando digo "hacer regalos" no me refiero a collares de oro, ramos  gigantescos de flores, sortijas brillantes o cenar de lujo. PARA CELEBRAR NO HACE FALTA GASTAR. En mi opinión sirve con un simple gesto como una carta, preparar el desayuno... (cosicas d'esas).

Pero bueno, ya cada uno que haga lo que quiera, que lo celebre como mejor vea, que lleve hasta los calcetines rojos si quiere. Para algo somos libres. Y si tu crees que no debes celebrar San Valentín pues no lo celebres, pero deja de saturar la red con los mismos comentarios de siempre. Y yo con esto no quiero convencer a nadie tampoco, simplemente no quitar importancia al patrón de los enamorados.